Isabel Allende es una escritora chilena, en el año 1987 publicó “Eva Luna”, una atrapante novela que cuenta la historia de vida particular de una joven. Eva tuvo una infancia poco convencional, fue criada entre sirvientes y en su juventud quedó huérfana. A lo largo de su vida se enfrenta a diferentes retos y se hace conocida tanto en el círculo de sirvientes como en el ámbito de los ricos que eran dueños de esa gran casa en la que ella creció. Si bien su vida tuvo elementos desalentadores, Eva nunca bajó los brazos, siempre se mantuvo positiva, jamás abandonó sus sueños; y este es el gran mensaje que deja el libro: no importa la situación en la que crecemos, no importa lo material, debemos seguir nuestros sueños y entender que, a pesar de los altibajos, siempre se puede ser feliz.
“Me llamo Eva, que quiere decir vida, según un libro que mi madre consultó para escoger mi nombre. Nací en el último cuarto de una casa sombría y crecí entre muebles antiguos, libros en latín y momias humanas, pero eso no logró hacerme melancólica, porque vine al mundo con un soplo de selva en la memoria.”